Huelva romana

Si bien es sabido que durante la época romana Huelva fue una población costera de escasa importancia, resulta interesante rescatar ciertos hechos y tradiciones ya recogidos desde la época árabe. Así, Ibn-Aub-al-Himyeri, historiador árabe del siglo XV, trabajando sobre textos del siglo XIII, recoge las siguientes referencias respecto a Huelva (Awnoba, Onuba): en ella se ven ruinas vetustas […] es frecuente hallar muy bellas ruinas antiguas cuando se practican excavaciones en su suelo. Recoge también noticias sobre el abastecimiento de agua para el riego de los jardines, que llega a través de unos conductos subterráneos sin que nadie sepa a ciencia cierta el lugar de su procedencia.

Hasta el momento los sondeos arqueológicos realizados no han sacado a la luz las bellas ruinas antiguas. Pero sobre los enigmáticos conductos subterráneos sí tenemos más datos. Sabemos que siguieron utilizándose hasta finales del siglo XIX para abastecimiento de la población y de los buques. Incluso a mediados de los años sesenta del pasado siglo todavía se utilizaban para el abastecimiento de algunas zonas de Huelva, como el Conquero y El Chorrito, que recibían el suministro de agua por la llamada “Fuente Vieja”.

El Conquero - Huelva

¿Cuál es el origen de estos misteriosos conductos? Explorados por los arqueólogos Juan Pedro Garrido y Elena M.ª Orta, presentaban en su momento bóvedas con ladrillos de factura romana. Aunque en opinión de estos arqueólogos, los túneles pueden ser más antiguos y los romanos y las distintas civilizaciones, al ocupar las tierras de la actual Huelva, pueden haber reparado y mejorado los conductos. Pueden ser de época púnica, pues sabemos que los cartagineses destruyeron la mítica ciudad de Tartessos y se ocuparon del tráfico de metales hasta la llegada de los romanos.

Sobre el abastecimiento de agua en épocas antiguas sabemos que, hasta mediados del siglo XIX, estuvo en pie el acueducto romano de la Cinta. Pero, desgraciadamente, fue demolido para emplear los materiales en la construcción. Triste destino para un monumento que estuvo en pie durante más de dos mil años, y es una pena que no tengamos testimonios, ni siquiera gráficos, del acueducto.

En los alrededores costeros de la ciudad es frecuente encontrar abundantes restos de ánforas y demás material típico portuario, lo que indica la importancia que tuvo para el transporte marítimo la ciudad de Huelva. Se han encontrado restos de ánforas en Corrales y Gibraleón. La famosa calzada romana que iba desde Ayamonte hasta Itálica debía de pasar el río en los alrededores de esta ciudad. Así parecen indicarlo los abundantes restos de “villae” romanas encontrados en sus alrededores.

Aunque no pertenezca al mundo romano, merece rescatarse el hecho de que en Corrales, en la margen derecha del Odiel, se encontraron unos famosos bronces durante las obras de dragado del puerto en los años 1922 y 1923. En su momento fue el mayor hallazgo arqueológico de la Edad del Bronce, superando en calidad y cantidad la totalidad de los hallazgos de dicha época encontrados en España. Actualmente se encuentran en los fondos del Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Datados alrededor del año 1000 a.C. están formados por más de cien piezas, la mayoría de ellas armas de combate. Esto nos indica la importancia que tuvo la manufactura del bronce y el comercio de metales en el estuario, lo que se podría relacionar con la mítica ciudad de Tartessos. En Isla Saltés, en medio del estuario de los ríos Tinto y Odiel, es frecuente encontrar restos de escoria metálica conforme se excava cada vez más en su subsuelo. Sin embargo, los restos romanos son de pequeña proporción.

Sirvan estas pocas líneas para rescatar del olvido y de los áridos textos de historia el pasado de Huelva, y que los onubenses podamos sentirnos orgullosos de nuestra historia.

 

Javier Ruiz

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