Caesaraugusta fue el nombre de la ciudad romana de Zaragoza. Fundada en el año 14 a. C. tras la victoria en las Guerras Cántabras de Cesar Augusto, fue colonizada por los veteranos de dichas guerras, quienes fueron recompensados por Augusto con tierras para poder vivir y prosperar. Tanta fue la gratitud del emperador para con sus legiones que le concedió a la colonia 2 grandes honores. En primer lugar es la única ciudad de todo el imperio a la que se le concede el nombre completo de un emperador, y en segundo lugar se les recompenso nombrando a Caesar Augusta colonia inmunis lo que quería decir que estaba exenta del pago del tributum.
La colonia se convierte en la capital del convento caesaraugustino teniendo una provincia mucho mayor que la de nuestro actual Aragón. En total abarcaba a 55 comunidades. Además estaba perfectamente comunicada ya que 9 de las 11 rutas más importantes de la antigua Hispania pasaban por aquí.
Como capital y centro de población contaba con todas las instituciones municipales necesarias. El foro tenía una extensión de unos 24.000 m2 (unos 4 campos de futbol), y consistía en un espacio abierto rodeado por columnas y por todos los edificios públicos, basílicas y templos más importantes de la ciudad, aquí también se encontraba el mercado. En definitiva era el centro político, administrativo religioso y económico de la ciudad.
El puerto fluvial que convirtió a Caesaraugusta en el principal distribuidor de mercancías del valle del Ebro. Se importaba cerámica, mármoles ánforas de vino de Italia, salazón de Cádiz, joyas y vidrio y por supuesto se exportaban las materias primas del valle lana, pieles, hierro, lino, sal, trigo, madera… se encontraba ubicado entre el puente de piedra y el puente del pilar de nuestra ciudad de Zaragoza.
Las termas públicas no solo eran un lugar destinado a la limpieza del cuerpo, también eran un lugar donde se llevaba a cabo una importante vida social y cultural, además de bañarse se podía hacer deporte, leer, escuchar música o poesía.
El teatro está considerado como uno de los más grandes de Hispania con 105 m. de diámetro y capacidad para 6.000 personas. Su forma semicircular nos recuerda el genio romano que aprovechaba la acústica para suplir a los actuales equipos de sonido.
Como todas las ciudades romanas nuestra ciudad estaba formada por decumanus (calles que van del Este al Oeste) y cardus (calles que van del Norte al Sur), nuestro cardum maximum era la actual Calle Mayor y el decumanum maximun Don Jaime I.
Hoy todavía conservamos numerosos ejemplos de lo que fue nuestra Zaragoza en tiempos romanos repartidos por los distintos museos de la ciudad, así que, a vosotros lectores, os animo a visitarlos y a conocer así parte de nuestro pasado.